Una rápida clasificación que suele hacerse es reducir sus dialectos a dos, "holandés" en el norte y  "flamenco"  en el sur, siendo ésta la clasificación que recoge el Diccionario de la Real Academia Española. 

En una clasificación más detallada tendríamos ocho variantes principales que en realidad serían grupos de dialectos más locales y que de hecho, se extienden a ambos lados de las fronteras políticas.

Antiguamente las variedades de neerlandés han formado parte de un continuo dialectal que incluye también a variedades más relacionadas con el alto alemán estándar y el bajo alemán.

Durante el siglo XX los medios de comunicación han provocado una cierta estandarización, de forma que el dialecto holandés de Amsterdam ha influido crecientemente en las formas dialectales de los Países Bajos y el dialecto brabanzón de Amberes en las de Flandes.